Publicación de los Ensayos de los Seminarios en el ISEN.

domenica 17 luglio 2011

El globo terráqueo no corregido es erróneo: colonización pedagógica y desintegración regional.


La incapacidad para ver el mundo desde

nosotros mismos ha sido sisemáticamente

cultivada en nuestro país


Arturo Jauretche




INTRODUCCIÓN



¿Qué significa pensar en nacional?¿Cuáles son los obstáculos que se han impuesto históricamente al desarrollo de un pensamiento auténtico y proprio en la Argentina?¿Qué relación podemos establecer entre ese pasado ―que en parte nos es ajeno― y nuestro presente como nación y como región? A continuación, presentaremos algunas reflexiones de Arturo Jauretche sobre tan profundos interrogantes.

¿Por qué Jauretche? Si bien todos los autores tratados en el Seminario han realizado importantes aportes al desarrollo del pensamiento nacional, coincidimos con el Prof. Norberto Galasso quien ha sostenido en múltiples ocasiones que este autor explicó claramente el significado de pensar en nacional. Es decir, pensar de acuerdo a las propias experiencias del pueblo al que uno pertenece y en funcion al progreso de todos.

Arturo M. Jauretche, nace en Lincoln, provincia de Buenos Aires, el 13 de noviembre de 1901. Es una de las figuras más interesantes de nuestra historia nacional, dedica su vida completa al desarrollo intelectual y a la lucha política. De hecho, el instrumento de su lucha, de su militancia sin desalientos, fue eminentemente intelectual1. Entre sus grandes obras, en el presente ensayo, destacaremos dos: “Manual de zonceras argentinas” (1968) y “Los Profetas del Odio y la Yapa” (1957). Particularmente en este último, Jauretche estudia los diferentes factores culturales que obstaculizan el pleno desarrollo como Nación, la prosperidad general y al bienestar de nuestro Pueblo. Además, desenmascara los diversos instrumentos a través de los cuales los intelectuales abonan la indefensión de nuestro país y fomentan esa incapacidad para ver el mundo desde nosotros mismos (Jauretche, 2008: 8).

En el presente ensayo, partimos de la idea de Jauretche de que lo nacional es lo universal visto por nosotros mismos para resaltar los aportes realizados por el autor en relación a la incapacidad de los argentinos de pensar en nacional y cómo esto obstaculiza la integración regional. Nos centraremos, específicamente, en el análisis de la colonización pedagógica conceptualizada por Arturo Jauretche a fin de desenmascarar la superestructura cultural destinada a impedir el conocimiento del grado de dependencia de nuestros países, desestimar el pensamiento propio y valorizar el ajeno. Factorres se suma reelevancia, ya que mientras el pensamiento de los nativos ignore la naturaleza de su drama, no podrá arbitrar propias soluciones (Jauretche, 2008: 22).



COLONIZACIÓN PEDAGÓGICA


Jauretche explica que la colonización pedagógica lejos de constituir una espontáneoa incorporación de valores universales a una cultura nacional (2008:98); es un instrumento fundamental para perpetuar la dominación imperialista en las semi-colonias, o sea, en los países formalmente independientes. Cultivar esa incapadidad del pueblo de pensar el mundo por sí mismo, de depender económica e ideológicamente de otros países; es una de las políticas esenciales de los países centrales en los periféricos. Para Jorge Abelardo Ramos, la cuestión está planteada en los hechos mismos, en la europeización y alienación escandalosas de nuestra literatura, de nuestro pensamiento filosófico, de a crítica histórica, del cuento y del ensayo. (Jorge Abelardo Ramos en Jauretche, 2008: 98). Europeización2 y autodenigración son dos caras de una misma moneda, dos fenómenos complementarios que apuntan a obstaculizar el desarrollo de un pensamiento auténticamente nacional.

En este sentido, recordemos ―como afirma Jauretche― que la fórmula sarmientina de 'civilización o barbarie' es la madre de todas las zonceras; pues, a raíz de la errónea identificación de civilización con la cultura europea; no se buscó desarrollar América según América, sino crear Europea en América transplantando el árbol y destruyendo al indígena que podía ser obstáculo al mismo (2008: 101). Por ende, el orígen de todas las zonceras es esta falsa dicotomía que identifica a la civilización con lo europeo y a la barbarie con todo lo nuestro.

Esta zoncera madre, cuyo corolario lógico fue 'civilizar es desnacionalizar'; explica la incomprensión de lo nuestro preexistente como hecho cultural o mejor dicho, el entenderlo como hecho anticultural. Entonces, la mentalidad colonial cree que todo lo autóctono es negativo y todo lo ajeno positivo. Por ende, su idea no es realizar un país sino fabricarlo (Jauretche, 2008: 101-102). De esta manera, apreciamos cuan vinculados están ambos procesos, la europeización abona la autodenigración y ésta, a su vez, permita a aquella. Relación que podemos apreciar claramente en las zonceras subsidiarias que se originan de la zoncera madre. Sólo para citar un ejemplo de los más absurdos, recordemos la zoncera n°10: 'La nieve contiene mucha cultura', en clara contraposición con los países llamados 'bananeros'.

El complejo de autodenigración es el resultado lógico de esa superestructura cultural que se construye desde un lugar de dependencia ideológica con la absoluta complicidad y complacencia de la clase dominante nacional. Una de los pilares básicos de ese complejo es lo que Jauretche creativamente sintetizó como las zonceras sobre la población (1972:34-50). A modo de ejemplo, recordemos que 'Gobernar es poblar'; máxima proclamada por J.B. Alberdi, se convierte en la zoncera n°11 en el momento que este autor aclara que esencialmente en América la población forma la sustancia en torno de la cual se realizan y desenvuelven lodos los fenómenos de la economía social (Alberdi en Jauretche, 1972: 41). Al aclarar, Alberdi refuerza esa idea de inferioridad y supone que, en nuestra región, gobernar significapoblar de determinada manera y con determinada población. Poblar, significa transplantar población, suplantar al nativo; y, más recientemente, copiar los modelos extranjeros de manera exacta , sin adaptarlos a nuestra idiosincracia, a nuestra forma de ser nacional, nuestra cultura. Como afirma Jauretche, en el fondo se trata de las presuntas incapacidades de los argentinos (1972:41). Ésto nos lleva directamente en las zonceras n° 13 'Este país de m...' y a la n°14 'La inferioridad del nativo'. En este sentido, a partir de la tabla comparativa que pone a lo que se ha visto o leído del resto del mundo, más específicamente de Europa y en épocas más recientes también de Estados Unidos; se descarta lo propio, lo nativo como lo peor, lo indeseable. Así, la inferioridad del nativo es la conclusión lógica de todos estos presupuestos impuestos y naturalizados por los sectores dominantes de nuestro país. Con la claridad que lo caracteriza, Jauretche denuncia que


[...]se han empeñado en ignorar las condiciones objetivas del medio para imputar el atraso a condiciones subjetivas de manera tal que necesariamente nuestro proceso de construcción moderna pareciera sólo posible por la exclusión masiva del criollo en razón de la supuesta inferioridad (Jauretche, 1972:54).



Una de las anécdotas protagonizadas por Jauretche que mejor sintetiza y explica la colonización pedagógica, o sea, esa incapacidad de pensar al mundo por y desde nosotros; es aquella conferencia en la que nuestro pensador pide a la audiencia que piensen en el mapa planisferio y luego dibuja sobre un pizarrón el típico planisferio que ―aún hoy― se utiliza en los coelgios argentinos. En el mismo, el centro del mundo es Europa, más específicamente el Reino Unido y es el meridiano de Greenwich el que lo corta al medio. De esta manera, Jauretche busca llamar la atención sobre un hecho simple: si la tierra es redonda y está girando siempre, por qué hacer un retrato y fijarla de esa manera con planos estáticos que dejan a la Argentina a un costado y abajo.

Este simple llamado de atención de Jauretche, pone de manifiesto dos características fundamentales del fenómeno que nos ocupa: la europeización de nuestro pensamiento y la autodenigración. Pues, nos sentimos colocados en el margen remoto de un mundo cuyo centro está muy lejos y de eludir conscientemente toda autenticidad (Jauretche, 2008:109).

La propuesta de Jauretche, en el planteo expuesto en el relato previo es que para pensar como argentinos, [necesitamos] ubicarnos en el centro del mundo y ver el planisferio desarrollado alrededor de ese centro; que nunca seríamos nosotros mismos si continuábamos colocándonos en el borde del mapa, como un lejano suburbio del verdadero mundo. (Jauretche, 2008:107). Como recuerda el Prof. Galasso en sus conferencias, esta recomendación fue recogida hace algunos años por la Armada argentina que desarrolló el mapa de Proyección Central Equidistante que vemos a continuación3.




DESINTEGRACIÓN REGIONAL



Esta incapacidad para ver el mundo desde nosotros mismos, históricamente cultivada y caracterizada tanto por la dependencia ideológica de europa (europeización), como por el complejo de autodenigración; tiene repercusiones directas sobre el presente de la región. A continuación, argumentaremos que mayores serán los obstáculos a la integración, mientras menor sea el desarrollo de un pensamiento auténtico de cada nación latinoamericana, sobre todo, a través de la enseñanza de la geografía e historia escolares.

La dificultad de pensarse como región, las diferencias entre los países vecinos y el tomar a Europa como referente; son características de una forma de pensar perpetuada a través de la enseñanza de una Historia4 excesivamente particularista que lleva a que cada país de la región se reafirme en contraposición a las demás naciones.

La importancia del rol de la Historia en el desarrollo del pensamiento nacional y en la aceptación de la idea de unidad latinoamericana, se entiende si recordamos que [...] la imagen que tenemos de los otros pueblos, y hasta de nosotros mismos, se asocia a la historia tal cual nos fue contada cuando éramos niños. Ella dejó su marca en nosotros para toda la existencia (Marc Ferro en Llambías, 2008:11).

En “América Latina Textual: Educación para la integración”, Margarita Llambías analiza detenidamente la Historia escolar, el tipo de relato que llega a los niños latinoamericanos y los obstáculos a la integración de nuestros países. Más allá de la potencionalidad de América latina como región, de la homogeneidad lingüística y cultural de la misma; pueden distinguirse bastante claramente dos movimientos del ánimo que constituyen buenos inicadores del origen de las dificultades que han comprometido la posiilidad de la latinoamericanos de confluir en un proyecto común. La autora sostiene que el primero es la tendencia de un país a afirmarse identitariamente en contra de los países vecinos a través de una construcción de un relato histórico sesgado y excesivamente particularista. El segundo aspecto es la admiracióna acrítica por todo lo que provega de los países industrializados, principalmente los de Europa occidental y Estados Unidos. Vemos así, la actualidad del pensamiento de Jauretche en las conclusiones del análisis de manuales escolares actuales que realiza Llambías. Expresa su profundanda preocupación por la dificultad para reconocer y valorar la propia identidad, es decir, la de cada uno de los países y, por consiguiente, la latinoamericana, algo que se manifiesta en los cotidianos actos de subestimación de las propias características y posibilidades (2008:22)

Asimismo, Llambías sostiene que la disgregación existente en la región y el difundido complejo de autodesprecio de los latinoaméricanos; son el resultado lógico de la dependencia que genera la colonización pedagógica. Y recuerda que, una de las operaciones básicas de toda dominación consiste en convencer al dominado de que es 'inferior' , justificando, en consecuencia, la dominación (Llambías, 2008:23).






CONCLUSIONES


A partir del agudo análisis de Arturo Jauretche sobre la incapacidad de ver el mundo desde nosotros mismos, en estas páginas hemos aportado algunas reflexiones a las preguntas iniciales: ¿Qué significa pensar en nacional?¿Cuáles son los obstáculos que se han impuesto históricamente al desarrollo de un pensamiento auténtico y proprio en la Argentina?¿Qué relación podemos establecer entre ese pasado ―que en parte nos es ajeno― y nuestro presente como nación y como región?

Jauretche considera que lo nacional es lo universal visto por nosotros mismos. Es decir, desde nuestra propia experiencia histórica, sin renegar de nuestra cultura ni de nuestra idiosincracia. Asimismo, llama nuestra atención sobre un fenómeno aún hoy vigente: el complejo de autodenigración que padecemos, no sólo como nación, sino también como región. En este sentido, es esencial superar las visiones históricas excesívamente particularistas y las imágenes geográficas subsidiarias de los centros industrializados para superar los obstáculos a la integración del continente.

Hoy como entonces, el pensamiento profundamente nacional de Arturo Jauretche continua vigente. Como afirma Galasso, no estamos hablando del pasado, estamos hablando del presente; no estamos hablando de extraños, estamos hablando de nosotros y de los desafíos que actualmente enfrentamos como Nación latinoamericana. Por eso, es necesario desenmascarar la superestructura cultural predominante en nuestros países y animarnos a pensar por nosotros mismos. Revalorizar nuestra historia, nuestro pueblo,nuestra historia en un contexto verdaderamente regional.

Ante este desafío, entendemos que es fundamental revisar las diferentes Historias escolares, el relato que llega a los niños -futuros ciudadanos- para romper los mitos construidos a través de años de colonización pedagógica. Punto central del problema, ya que no hay alienación sin mistificación, y sin mistificación aceptada (Zea en LLAMBIAS, 2008:24-25). Es hora de pensar como una verdadera Nación latinoamericana y dejar de ser apéndices del mundo. ¡Cambiémos el planisferio, pongamos a la región en el centro del mismo, dejémos de ser apéndices del mundo, porque el globo terráqueo no corregido es un globo terráqueo erróneo y un pueblo sometido.





















BIBLIOGRAFÍA



GALASSO, Norberto: Conferencias y Clases. ISEN. 1° cuatrimestre de 2011.



JAURETCHE, Arturo M.: “Los Profetas del Odio y la Yapa”. Editorial: Corregidor, 2008. 244p. I.S.B.N: 950-05-0972-5.



JAURETCHE, Arturo: “Manual de Zonceras Argentinas”. Peña Lillo editor, 5ª Edición, Buenos Aires:1972. Disponible en: http://www.cprodolfowalsh.com.ar/BIBLIOTECA %20DIGITAL/Manual%20de%20Zonceras%20Argentinas%20-%20Arturo %20Jauretche.pdf


LLAMBÍAS, Margarita: “América Latina Textual: Educación para la integración”. Buenos Aires: Altamira, 2008

ISBN: 978-987-9017-74-6

1Datos extraídos de la página web QuedeLibros.com (http://www.quedelibros.com/autor/1567/Jauretche-Arturo.html). Ver biografía completa en: “Jauretche:biografía de un argentino” por Norberto Galasso (1997).

2Mirada europeizante que, confundiendo entidad con posesiones materiales, considera que el centro del mundo se encuentra en el Hemisferio Norte y que el resto de los países deben seguir su ejemplo. Su manifestación actual sigue teniendo una impronta desarrollista, aunque a los países pobres ya no se los denomine 'subdesarrollados' sino 'en vías de desarrollo' o 'emergentes'. Pero no son más que eufemismos que mantienen a los países industrializados como modelo, mientras la realidad sigue siendo nombrada desde ese 'centro'.(Llambias,2008: 24)

3Gentileza del Capitán Recalde, quien expusiera sobre el rol de la Armada Argentina en la visita de los becarios del ISEN el día 14 de julio a la Base Naval 'Puerto Belgrano' (Argentina).

4Uno de los instrumentos más importantes con los que contó la política cultural desde mediados del siglo XIX, a partir de la generalización de la educación formal: la enseñanza de la historia, en los diferentes niveles educativos (Llambías, 2008:25)

domenica 10 luglio 2011

Anclar el presente en un pasado viable: el rol de las políticas de redefinición identitaria en la cuádruple transición de las Repúblicas pos-soviética

SEMINARIO: RUSIA Y LAS REPÚBLICAS POS-SOVIÉTICAS1



Post-Soviet states are in the process of searching for

their “lost” history in the preimperial era in order to

confirm that they possess “golden eras” and a

workable past that can be used to legitimize

their newly independent states.


Taras Kuzio




INTRODUCCIÓN


Consecuencia de la implosión y el desmembramiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), el mapa político de la región se modificó considerablemente. En algunos casos, los países que debieron afrontar simultáneamente la transición hacia una economía de mercado y la democratización; no contaban con instituciones estatales muy sólidas y, en otros casos, heredaron conflictos étnicos-religiosos que dificultan aún más la transición. La complejidad de este fenómeno fue correctamente percibida por Taras Kuzio, quien estudia las transiciones de los estados pos-comunistas y propone un abordaje más amplio que el que ofrecen los análisis tradicionales sobre democratización en otras regiones del planeta. Según el autor, la especificidad de esos países obliga al analista a prestar especial atención a la necesidad de consolidar institucional y territorialmente el estado; así como también a la de definir la nacionalidad que legitimará esa nueva organización política.

En este trabajo, partirmos del supuesto de que el propósito del Estado es explicar y, a la vez, construir la nacionalidad en la sociedad por él regida. En esta tarea, fundamental para legitimar la dominación y consolidar las instituciones estatales, la Historia nacional constituye un instrumento fundamental. Es más, creemos que la política educativa es el vehículo privilegiado en la construcción y reafirmación de la identidad nacional de cualquier Estado moderno. Esto no significa que la Historia sea la única responsable en la construcción de las imágenes que nos formamos del mundo; pero sí que el relato histórico es un factor esencial en el proceso de socialización de los futuros ciudadanos, sobre todo, a través de la historia escolar. Esto se debe, fundamentalmente, a que la imagen que tenemos de los otros pueblos, y hasta de nosotros mismos, se asocia a la historia tal cual nos fue contada cuando éramos niños, [la cual] deja su marca en nosotros para toda la existencia (Traducción propia de Marc Ferro en Peres, 2002).

La URSS dejó un legado de múltiples y confusas identidades nacionalescompartidas y superpuestas entre los 15 países resultantes de su desmembramiento. Recordemos que después de la Segunda Guerra mundial, la política exerior de la URSS se concentró en la consolidación de su poder en el territorio que había 'liberado' de la ocupación nazi. Así, consecuencia de la victoria militar, Europa del Este pasó a ser parte de la zona de influencia soviética y objeto de un profundo proceso de sovietización que consistía en replicar exactamente las principales características del modelo soviético: desde la instauración de un sistema monopartidista hasta la planificación central de la economía y la industriaización basada en el desarrollo prioritario de la industria bélica. Además, para complementar el control territorial del Ejército Rojo, se impulsó un cambio radical de la estructura social de esos países. No sólo se le otorgó el monopolio político a ciertos grupos privilegiados y fieles al Kremlin, sino que también se llevó a cabo una política sistemática de rusificación (Zaslavsky, 2009: 140-141).

El objetivo del presente ensayo es analizar el rol que ha jugado la Historia en la reconfiguración de las identidades nacionales y la legitimación de los nuevos Estados en los diferentes países que surgieron del desmembramiento de la URSS. Como la intensidad y los efectos de las políticas de sovietización y rusificación varían según el caso, utilizaremos diferentes casos testigo a modo de ejemplificación y dividiremos, a grandes rasgos, a los países en dos grupos. Por un lado, repasaremos las políticas tendientes a redefinir la identidad nacional de países que heredaron un Estado consolidado, pero que fueron objeto de un profundo proceso de rusificación y asimilación en la antigua URSS. Y por otro, resaltaremos las ventajas para la transición de los Estados que heredaron estructuras estatales estables e identidades nacionales bien definidas.



HISTORIA Y NACIÓN


La importancia de reescribir las diferentes historias nacionales de los países que hasta 1991 se encontraba bajo la órbita del poder soviético, se comprende si recordamos que una nación se construye a partir de múltiples identidades que definen un 'nosotros', en contraposición a un otro-extranjero. Y que además, esa nación se expresa por medio de un denso simbolismo representado por la bandera y el himno nacionales, así como por una historia oficial que mitifica un pasado compartido y cohesivo y ensalza un 'nosotros' colectivo que debería prevalecer sobre las escisiones de la sociedad civil (O'Donnell,1985: 292).

La manera en que se narra esa Historia, influye en la forma en que los individuos construyen su auto-imagen, identifican los valores que comparten con el grupo de pertenencia; y establecen los aspectos que los diferencian de los otros (Beshara, 2007:4). En este relato, las imágenes que lo componen [...] no son neutras, no remiten de manera directa a realidades unívocas e incontrovertibles. Hay detrás de ellas ideas, o más exactamente una ideología, de la que no somos cabalmente conscientes (Romero, 2004:18).

Las políticas identitarias apuntan a anclar el presente en un pasado viable. De hecho, Kuzio argumenta que el pasado es construido desde la perspectiva, los deseos e intereses de quienes desean legitimar el nuevo Estado. Los manuales escolares de historia y las historiografía se fundan en mitos, sin los cuales la formación de una nueva identidad nacional que una a la población es imposible. Por eso, en el período pos-soviético, las identidades heredadas están bajo un profundo proceso de evaluación, cuestionamiento y redefinición. La mayor o menor intensidad de ese legado soviético respecto a las identidades, determina la trayectoria, la velocidad y el contenido de los proyectos de construcción estatal y nacional. En ese sentido, un aspecto central de la transición es la reescritura de la Historia. Cambiar el eje del relato impuesto por la URSS hacia uno verdaderamente nacional, es un paso fundamental para la consolidación del Estado nacional. El relato histórico, tiene una influencia directa sobre las identidades nacionales, especialmente, en los casos en los que la versión histórica previa es objetada por las nuevas autoridades (Kuzio, 2002: 246-248).



¿NATIVOS O ASIMILADOS?:


Como habíamos anticipado, en primer lugar, repasaremos las políticas tendientes a redefinir la identidad nacional de países que heredaron un Estado consolidado, pero que fueron objeto de un profundo proceso de rusificación y asimilación en la antigua URSS. En este grupo de países, la tarea fundamental es —además de reescribir la Historia a fin de recuperar la 'estima nacional'— definir el estatus de las minorías rusas 'transplantadas' a lo largo del período previo. De hecho, el dilema fundamental es quién será culturalmente dominate en los Estados recientemente independizados: ¿los nativos o los asimilados?. Este dilema debe ser resuelto, antes de encarar una política destinada a la redefinición identitaria, ya que ambos grupos suelen tener perspectivas diferentes sino opuestas sobre qué mitos construir la nación (Kuzio, 2002: 247-248). Esta cuestión es particularmente relevante en Ucrania, Moldavia, Kazajstán y Bielorrusia. Como veremos a continuación, tomando como caso testigo el primer país, el último constituye una excepción.

Al igual que Bielorrusia, la Federación rusa y la Federación del Cáucaso; Ucrania formó parte del nucleo inicial de la URSS desde su conformación en 1922. Como la política de asimilación y rusificación de ese país fue muy intensa, la redefinición identitaria y la reescritura de la historia desde una perspectiva nacional, constituyen dos políticas fundamentales para comprender el período pos-soviético y la transición ucraniana.

Desde la liberalización en la década del ochenta y, sobre todo, a partir de la caída de la URSS; los ucranianos comenzaron a revisar la historia pasada y a rescatar ciertos episodios largamente ignorados. Académicos de diferentes disciplinas comenzaron a desafiar los mitos soviéticos y a criticar la historiografía predominante hasta entonces. Además de cambiar las efemérides soviéticas, se reinterpretaron algunos episodios históricos esenciales para diferenciarse de Rusia y acercarse a Europa. En primer lugar, Ucrania reclama estar reconstruyendo su Estado sobre una historia milenaria que se remonta al Estado medieval de Kievan Rus, orígen del Estado ucraniano. Argumento absolutamente incompatible con la historiografía soviética o rusa que describe a ese estado como 'el primer Estado ruso'. Asimismo, la nueva historiografia ucraniana, busca pryectar una imagen del país como pacífico, tradicionalmente democrático y víctima de las incusiones extranjeras del pasado. Otro de los puntos revisados de la historiografía sovietica en los manuales escolares de Historia ucraniana, es el dominio zarista que comienza a ser descripto como un período negativo que llevó a la servidumbre y a las desnacionalización. De la misma manera, el periodo estalinista es relatado como un ataque directo al idioma, la cultura y las elites ucranianas. (Kuzio, 2002: 251-252).

En definitiva, Ukrainian legitima su existencia independiente desde la perspectiva historiográfica de su grupo étnico predominante: los ucranianos son considerados los titulares de la nación, más allá de la importante minoría de rusos que viven en el territorio.

A pesar de que la experiencia histórica bielorrusa en el contexto de la URSS es similar a la de Ucrania, el contenido de su política identitaria es diametralmente opuesto. A partir de la eleccion presidencial de Alyaksandr Lukashenka en 1994, Bielorrusia busca abiertamente reintegrarse a Rusia y, en consecuencia, su producción historiográfica trata positivamente el legado sovietico (Kuzio, 2002: 407). La singularidad de este país reside en que la enseñanza de la historia valora positivamente el paneslavismo, el ruso como lengua culta y las raíces soviéticas del Estado; y apunta a minimizar las diferencias entre bielorrusos y rusos. En conclusión, el pasaje de este país es diferente, fundamentalmente, porque se optó por el proyecto de construcción de Estado y nacionalidad de los asimilados (Kuzio, 2002:259)



VENTAJAS DE UNA IDENTIDAD NACIONAL DEFINIDA

Los Estados que heredaron estructuras estatales consolidadas e identidades nacionales bien definidas gozaron, sin duda, de mayores ventajas en la transición pos-soviética. De hecho, la movilización nacionalista contra el comunismo fue mayor en aquellas regiones donde la identidad nacional era mas sólida: Letonia, Lituania, Estonia y Polonia. En consecuencia, estos países siguieron patrones de transición similares a los países del sur de Europa, lograron romper rápidamente con el pasado soviético y agilizar las reformas económica y política (Kuzio, 2001:172).

Analicemos, a modo de ejemplo, la experiencia histórica de los tres Estados bálticos. Éstos heredaron una larga y sólida tradición de estatidad y sus naciones titulares no estaban tan divididas como las sociedades de los países anteriormente mencionados, a pesar de haber sido también expuestos a procesos de rusificación y haber heredado amplias monorías rusoparlantes (Kuzio, 2001:171).

Para entender las razones por las que la identidad nacional en esos países estaba mejor definida, debemos recordar —como argumenta Walter Clemens— que antes de la Independencia, las amenzas externas a la existencia misma de esos países, reforzó la auto-consciencia, y las identidades política y cultura de los bálticos (1994:186). Asimismo, estas repúblicas presentan una singularidad fundamental respecto a las de Europa central: la URSS no las 'liberó” de la ocupación nazi. Al contrario, fueron sometidas y anexadas por la fuerza al bloque soviético.

No obstante la imposición de una Historia oficial comunista y la promoción estatal de una memoria colectiva basada en la imagen de la hermandad soviética; en la esfera privada y la memoria familiar o individual, persistieron imagenes paralelas que se fundaban en los ataques a sus valores culturales, en la pérdida de estatidad e independencia, y en el sometimiento, el sufriemiento y el terror bajo el estalinismo. Este paralelismo se volvió evidente a medida que la censura y la represión se relajaron en los países bálticos y —con la implosión de la URSS y la consecuente independencia— fue sobre esa memoria privada que se comenzó a reconstruir la identidad nacional. Así, las políticas educativas, lingüísticas e identitarias se forjaron a partir de esa noción histórica de continuidad estatal bajo la ocupación ilegal de la URSS. Asimismo, la investigación histórica, los eventos públicos conmemorativos, los nuevos manuales escolares, los actos simbólicos y hasta el discurso polítco se impregnaron de esa memoria colectiva predominante en los tres países bálticos (Onken,2007:31-34).

En definitiva, las ventajas de estos países en la transición pos-soviética; se fundan en su propia experiencia histórica, menos dependiente y más renuente a ser parte de la URSS.



RUSIA


Creemos reelevante mencionar el caso específico de Rusia en el tema que nos preocupa; ya que ésta por su singularidad de sucesora directa de la URSS— presenta especficidades muy interesantes para el análisis del rol de la Historia en la redefinición identitaria de las naciones.

Una de las diferencias más evidentes, es que en los años de transición, en Rusia no surge esa solidaridad social característica de la mayoría de los Estados del Este de Europa quienes se sentían estar escapando de Moscú en busca de la autodeterminación. El desafío de redefinir la identidad rusa después del colapso de la URSS es aún más complejo porque no se puede definir en contraposición a un otro, diferente. Esto se debe a que, por un lado adopta el modelo de organización predominante en occidente; y por otro, a que sufre la pérdida de prestigo e influencia ante la reducción de su territorio y su esfera de poder. Además, el redimensionamiento y la resignificación de su identidad implicó, para muchos rusos, aceptar que bajo las nuevas circunstancias, su vida nacional y su memoria colectiva se convertían en obsoletas. Esto implicaba aceptar, desde entonces, una idea tan inconcebible como, por ejemplo, considerar a sus parientes y amigos ucranianos, como extranjeros. Asimismo, los héroes revolucionarios fueron destronados y se glorificaron valores ajenos a la historia rusa como la democracia, la propiedad privada y los derechos individuales (Volodina, 2005:181-184).

Finalmente, esa historiografía ajena a la experiencia histórica rusa, provocó profundas reacciones en la sociedad, que ya estaba cansada del sentimiento de culpa e inferioridad. Entonces, se despertó un profundo interés por la historia nacional, se revisó nuevamente la Historia oficial y las políticas identitarias apuntaron a que los propios ciudadanos desarrollaran un pensamiento crítico para cuestionar el pasado y comprender la complejidad del presente (Volodina, 2005:184).



CONCLUSIONES



El sentido final de estudiar los problemas que se presentaron a la hora de buscar integrar las diferentes comunidades y de redefinir las identidades nacionales, es comprender la complejidad de lo que Taras Kuzio llama la cuádruple transición en la región y los diversos desafíos que esto presenta para el funcionamiento de un regímen democrático estable. Ya que ésto requiere, mínimamente, que haya consenso respecto a ciertos valores y creencias que unifiquen la comunidad

Como vimos, las mayoría de las repúblicas pos-soviéticas han encarado el largo y compejo camino hacia la redefinición identitaria a través, principalmente, de la reescritura y revisión de la historia soviética. Ésto constituye una herramienta fundamental en las transiciones, ya que permite la legitimación de un Estado que en muchos casos también debe consolidarse.

En definitiva, al igual que cualquier otro Estado moderno, los países pos-soviéticos se enfrentan al desafío de elegir ciertos valores para fomentar la solidaridad en una sociedad diferenciada y los mitos para glorificar un pasado común; a fin de justificar la existencia independiente en el presente y forjar un destino común para su nación.



BIBLIOGRAFÍA


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1Dictado por la Dra. Graciela Zubelzú a los becarios de 1°año del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN) entre el 4 de mayo y el 15 de junio de 2011.

“No es inútil sublevarse: oposición y resistencia durante la dictadura militar chilena”

SEMINARIO: “CHILE: SOCIOLOGÍA HISTÓRICA DEL TIEMPO PRESENTE”1.



Nadie es obligado a encontrar que esas voces ocultas

cantan mejor que las otras y dicen el fondo último de lo verdadero.

Basta que existan y que tengan contra ellas todo lo que se empeña

en hacerlas callar, para que tenga sentido escucharlas

y buscar lo que quieren decir”


Michel Foucault





INTRODUCCIÓN


En su artículo “La Democracia en América Latina, más cerca de la precariedad que de la fortaleza”, el Prof. Waldo Ansaldi analiza los regímenes autoritarios que asolaron el Cono Sur hacia fines de los años '70 y describe a las dictaduras como la negación de la política, la supresión de la multiplicidad de voces y el intento siempre vano de imponer una única voz, monocorde y autoritaria, correlato de un orden socio-cultural despótico [...](2002:2).

En el presente trabajo, procuraremos desglosar esta definición de Ansaldi para analizar, a la luz de la experiencia histórica chilena, cada uno de sus componentes: el discurso monocorde, las características del orden que se busca imponer; y el alcance de la censura y de la represión. El objetivo final es resaltar los esfuerzos de reorganización de los partidos de la oposición y las manifestaciones culturales de la resistencia como expresión clara de la debilidad e ilegitimidad sobre las que se sustentaran las dictaduras militares en nuestra región.

En primer lugar, pondremos de manifiesto las herramientas discursivas que Pinochet utilizó para justificar el golpe de Estado y las características específicas del orden socio-cultural que se buscó imponer en Chile entre 1973 y 1990. Posteriormente, nos detendremos en las respuestas a la negación de la política. Es decir, a las consecuencias que conlleva, como lo define Ansaldi, el vano intento de imponer una única voz. Los mecanismos de represión y censura utilizados a fin de congelar la participación, obstruir los canales de expresión y clausurar los espacios de encuentro e intercambio de la sociedad civil; no lograron esconder la innegable ilegitimidad de un régimen que, en palabras de Guillermo O'Donnell, surge de una abrumadora derrota política del sector popular y sus aliados (1985: 290).

La idea de contraponer el discurso monocorde de los militares a la pluralidad de silenciosas acciones de resistencia de la oposición durante el período mencionado es; fundamentalmente, recordar que tras todas las aceptaciones y las coerciones, más allá de las amenazas, de las violencias y de las persecuciones, cabe la posibilidad de ese movimiento en el que la vida ya no se canjea, en el que los poderes no pueden ya nada y en el que, ante horcas y las ametralladoras, los hombres se sublevan (Foucault, 1979: 1).



MONÓLOGO


El régimen autoritario que se impuso en Chile a partir del golpe de Estado de 1973, comparte las características principales de las dictaduras cívico-militares que asolaron el Cono Sur en la década del setenta y puede ser categorizado, siguiendo a O'Donnell, como un estado Burocrático Autoritario (EBA). Más allá de las cualidades de este tipo de autoritarismo1 y de las similitudes entre las diferentes experiencias latinoamericanas; aquí proponemos destacar la singularidad del caso chileno a través de un somero análisis del discurso oficial del régimen.

En este sentido, más allá de la conocida y profundamente estudiada influencia de la Doctrina de Seguridad Nacional en la instauración de regímenes autoritarios en nuestro continente como estrategia de contención al avance del comunismo en el contexto de Guerra Fria; en el caso chileno, es crucial tener presente la Doctrina Schneider2 para entender el rol de las FFAA como garantes del orden institucional y su decisión de derrocar a Allende.

Resulta interesante identificar, en primer lugar, las herramientas discursivas con las que la Junta militar busca justificar el derrocamiento de un gobierno democráticamente elegido y la violenta represión tendiente a suprimir la participación política. En el Decreto-Ley N°13, las FFAA se constituyen en Junta de Gobierno y asumen el Mando Supremo de la Nación. Por un lado, se expresa claramente que las FFAA reaccionan en respuesta a la amenaza que supone para el país la intromisión de una ideología dogmática y excluyente, inspirada en los principios foráneos del marxismo-leninismo. Para salvar a la nación del caos, asumen el patriótico compromiso de restaurar la chilenidad, la justicia y la institucionalidad quebrantadas. Y por otro, argumentan ser conscientes de que ésta es la única forma de ser fieles a las tradiciones nacionales, al legado de los Padres de la Patria y a la Historia de Chile […] (Art. 1°, Decreto-Ley N°1,1973).

Con el fin de identificar a los responsables de la crisis y de las amenazas que justifican la patriótica tarea de las FFAA, en el discurso se establece una clara distinción entre la ideología extranjera o foránea y las tradiciones nacionales. Así, al aludir a los Padres de la Patria y a la Historia de Chile; además de apelar al apoyo de los chilenos y pretender ser los representantes de la nación; se introduce una excepcionalidad, se manifiesta claramente una distinción con el resto de los países: Según Luis Pino Moyano, Pinochet hace referencia al 'mito portaliano', como 'mito de la diferencia', un mito que valora y ensalza la construcción de estado nacional, sustentada en un ordenamiento autoritario y republicano; y que es el reflejo de una cultura que valora sobremanera el orden, sus héroes, la divinidad y la tradición (Pino Moyano:4).

Asimismo, restaurar la chilenidad, requiere en la retórica de Pinochetun esfuerzo excepcional y sacrificios extraordinarios. Es decir que se considera esta ruptura violenta, como un “complemento duro”, “pero, necesario”, que permita “asegurar la liberación nacional […] y dar vida a un nuevo régimen político-institucional. La consecuencia directa de esta afirmación, es que para salvar al país del “cáncer marxista”, la represión y la censura, los crímenes de lesa humanidad y las violaciones masivas a los derechos humanos, se consideran un mal menor (Pino Moyano:9).

Finalmente, resulta interesante destacar las características específicas de ese nuevo orden socio-cultural que se pretendía imponer bajo el eufemismo de “democracia protegida”. Como argumenta Gazmuri, la nueva orientación doctrinaria que proponía la dictadura militar chilena buscaba establecer el principio de autoridad como fundamento de las sociedades política y civil (2001:3). En efecto, en el discurso pronunciado en Chacarillas el 9 de Julio de 1977, aparecen claramente los lineamientos para este nuevo orden: la nueva democracia debía estar regida por una autoridad fuerte y protegida por el Estado, con una sociedad integrada y tecnificada para reducir el debate político-ideológico y sustentar en el aporte de 'los más capaces' para estabilizar el sistema (Pino Moyano, 12-13).

No obstante, la fachada monolítica de las instituciones de la dictadura, cuya retórica alaba la racionalidad; por lo general, se sustenta sobre bases débiles. Fundamentalmente, consecuencia de la dificultad de consolidar un sistema de dominación que no puede ocultar ni el hecho de que se basa en la coerción ni el de que quienes le apoyan más decisivamente representan un espectro de la sociedad mucho más estrecho que la nación entera (O'Donnell, 1985: 290).



RESISTENCIA Y OPOSICIÓN


En el presente trabajo, coincidimos con el argumento de Guillermo O'Donnell, quien sostiene que la pretensión del EBA de imponer una retórica monolítica y racional a una sociedad enferma a la que se pretende salvar; lejos de constituir un signo de fortaleza de las dictaduras, es una clara demostración de las incertidumbres y debilidades inherentes a este estado (1985: 298). Por tal motivo, a continuación, analizaremos —a la luz de las diversas manifestaciones de oposición y expresiones de resistencia en aquellos años— la fragilidad que supone la falta de legitimidad de un régimen que se apoya en la coerción, la represión y la censura. Este argumento, contradice, en cierta medida, la opinión de Cristián Gazmuri, quien sostiene que como consecuencia de la dura represión política, del éxito económico de las políticas neoliberales, del apoyo político de la derecha y de la capacidad de mantener el control de las FFAA; Pinochet gobernó por casi una década sin una oposición popular importante (2001:3).

La violencia empleada por las FFAA y el silenciamiento de los medios de comunicación y expresión; apuntaron a prohibir cualquier tipo de actividad u organización política. El instrumento fundamental para mantener el control social y político del país durante los primeros años, fue la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), una policía secreta con facultades casi ilimitadas que persiguió y eliminó a los seguidores de los partidos que conformaran la Unión Popular. En las primeras semanas después del golpe de Estado, la represión fue tan violenta que desintegró inclusive la resistencia armada que ofrecieron las fuerzas paramilitares de la ex Unión Popular. Asimismo, serían disueltos los partidos políticos: primero el Partido Socialistas y luego el Partido Comunista. Y, finalmente, el Partido Demócrata Cristiano en 1977.

A pesar de que durante los primeros años, la represión parecía haber eliminado toda posibilidad de resistencia y el silencio de los opositores, impuesto por la censura, aparentemente confirmaba el éxito del régimen militar; a partir de la debacle económica de 1982, se inicia un período de protestas que reactivaron a la sociedad civil y al mundo político.

En los años ochenta, se desarrollan múltiples y variados movimientos de resistencia y oposición al gobierno de Pinochet: grupos artístico-culturales, agrupaciones estudiantiles en las universidades, sindicados estatales, organizaciones en favor de los derechos humanos son algunos de los ejemplos más relevantes. Dentro de esta amplitud y heterogeneidad, consideremos importante destacar, de forma particular, la creación de la Agrupación Cultural Universitaria (ACU), que dio forma a una de las expresiones de resistencia de mayor originalidad y masividad de esos años (Brodsky, 2003: 36).

A través de diversas actividades, la ACU logra reactivar la vida cultural en las universidades; generando a la par, espacios que permitieron la reorganización de la izquierda chilena y, sobre todo, el reencuentro de aquellos individuos que habían sido atomizados por la represión y la reconstrucción de confianzas. El ámbito artístico-cultural se constituye en espacio de reencuentro de en palabras de Camilo Brosdskylos vencidos del '73. Así, los espacios de expresión cultural, las salas de teatro, los recitales de música andina y las peñas, van ocupando el rol de catalizadores para las necesidades de expresión y encuentro de un gran número de personas, convirtiendo al arte en [...] efectiva y activa herramienta de resistencia (Brodsky, 1998: 3-4).

Asimismo, es preciso destacar la tarea de las diversas organizaciones sociales que operaban de manera clandestina o semiclandestinas ayudando económicamente en las villas, a los desocupados o a las víctimas de abusos a los derechos humanos y torturas. Una de las que opuso mayor resistencia a la dictadura fue la Vicaria de la Solidaridad. Ésta fue creada por la Iglesia Católica en el año 1976 y se transformó en el refugio y defensa de los perseguidos políticos y [fue] la única institución que se atrevió a enfrentar a la DINA y abogar abierta y claramente contra la violación de los derechos humanos (Gazmuri, 2001: 5-6).

Finalmente, a fin de dar una imagen relativamente completa de los movimientos de resistencia y de las distintas maneras de oposición; consideramos pertinente rescatar la difundida utilización del panfleto como una forma de expresión segura en un marco de estricta censura. A partir de los años ochenta, el panfleto irrumpió con fuerza junto con las primeras protestas masivas en contra de la dictadura4. Uno de estos panfletos, ideado por el MAPU, nos brinda una clara idea de lo que se proponía para repudiar a Pinochet en aquellos años. En “Juego del Mes”5(ver imagen), se listan once acciones con un determinado puntaje, a fin de sumar puntos para 'sacar al pinocho'. Las propuestas eran: (1) No sentarse con un uniformado en la micro, (2) Exigir que los pacos paguen pasajes, (3) Rayar con spray por la Democracia, (4) Comentar sobre la situación del país, (5) No comprar, no salir en días de paro, (6) Tocar ollas y apagar la luz en días de protesta, (7) No ver Canal 7 a ninguna hora, (8) No comprar diarios oficialistas, (9) No pagar cuentas en el mes de septiembre, (10) Juntarse con los vecinos para defenderse de la represión y (11) Pifiar a los pacos cuando persigan a los comerciantes ambulantes. El corolario de estas once consignas alienta a seguirlas, diciendo: “Si Ud. y todos los chilenos sumaran semanalmente 100 puntos, ¡¡sacamos al pinocho!!.MAPU”.

Más allá del grado de efectividad de las mencionadas consignas y de la amplitud de la movilización de la sociedad civil a través de organizaciones sociales, actividades culturales o partidos políticos; aquí resulta fundamental detenernos a pensar, retornando a nuestro planteo inicial, en la imposibilidad de negar completamente la política. En efecto, tanto la experiencia chilena, como las de otros países del Cono Sur; demuestran que los intentos de borrar las diferencias y suprimir las disidencias, constituyen una quimera.


CONCLUSIONES


Hasta aquí hemos intentado demostrar, tomando la experiencia histórica chilena de ejemplo, cuan efímeros son los regímenes que se fundan en el miedo para acallar las voces disidentes. La idea de resaltar los esfuerzos de reorganización de los partidos de la oposición y las diversas manifestaciones culturales de la resistencia chilena; apuntaba a poner de manifiesto la inherente debilidad de las dictaduras, consecuencia de su falta de legitimidad.

Al contraponer el discurso monocorde de los militares a la pluralidad de silenciosas acciones de resistencia de la oposición durante el período mencionado es, quisimos resaltar que más allá del discurso y la aparente fachada de solidez los regímenes fundados en el terror, la censura y el miedo, no son invecibles. En efecto, el hecho que tal discurso sea simplemente un monólogo sugiere a los gobernantes la profundidad del misterio de lo que está sucediendo realmente detrás del silencio de la sociedad civil (O'Donnell, 1985: 291).

Además, como afirmara Foucault, a través de la sublevación el hombre se introduce en la historia y le da un soplo (1979). Por lo tanto, concluimos -respondiendo a la cuestión pleanteada por el mencionado autor y a modo de reflexión final del trabajo- que no es inútil sublevarse.







































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1Véase, por ejemplo, Guillermo O'Donnell: ‘Las tensiones en el Estado burocrático-autoritario y la cuestión de la democracia’, En COLLIE, David (Comp.): “El Nuevo Autoritarismo en América Latina”. Trad. del inglés por Rafael Lassaletta. México: Fondo de Cultura Económica,1985, p. 289-321.

2El componente más conocido de la Doctrina Schneider era la afirmación de que las FFAA garantizarían la normalidad del proceso eleccionario de 1970 de acuerdo a las normas constitucionales, [...] Otro aspecto, menos conocido, era que esta posición 'legalista' terminaba cuando las FFAA —'que se deben a la Nación, que es lo permanente, más que al Estado que es lo temporal'— constatasen que las autoridades del Estado abandonan su propia posición legal. En este sentido, la doctrina Schneider era ella misma expresión de la crisis del constitucionalismo formal. (Agüero, AÑO:255).

3Decreto Ley Nº 1.- Santiago de Chile, a 11 de Septiembre de 1973.

4 “Poniendo el grito en el suelo en Memoria Chilena.Portal de la Cultura de Chile. Ver: http://www.memoriachilena.cl/temas/index.asp?id_ut=panfletos%281973-1988%29


5 Autor: MAPU. Collección donada por Rafael Karque. Archivo Fotográfico y Digital . Biblioteca Nacional.Disponible en: http://www.memoriachilena.cl/temas/documento_detalle.asp?id=MC0028840


1Dictado por el Dr. WALDO ANSALDI y la Dra. INÉS NERCESIAN a los becarios de 1°año del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN) entre el 3 de mayo y el 8 de junio de 2011.