Publicación de los Ensayos de los Seminarios en el ISEN.

domenica 10 luglio 2011

“No es inútil sublevarse: oposición y resistencia durante la dictadura militar chilena”

SEMINARIO: “CHILE: SOCIOLOGÍA HISTÓRICA DEL TIEMPO PRESENTE”1.



Nadie es obligado a encontrar que esas voces ocultas

cantan mejor que las otras y dicen el fondo último de lo verdadero.

Basta que existan y que tengan contra ellas todo lo que se empeña

en hacerlas callar, para que tenga sentido escucharlas

y buscar lo que quieren decir”


Michel Foucault





INTRODUCCIÓN


En su artículo “La Democracia en América Latina, más cerca de la precariedad que de la fortaleza”, el Prof. Waldo Ansaldi analiza los regímenes autoritarios que asolaron el Cono Sur hacia fines de los años '70 y describe a las dictaduras como la negación de la política, la supresión de la multiplicidad de voces y el intento siempre vano de imponer una única voz, monocorde y autoritaria, correlato de un orden socio-cultural despótico [...](2002:2).

En el presente trabajo, procuraremos desglosar esta definición de Ansaldi para analizar, a la luz de la experiencia histórica chilena, cada uno de sus componentes: el discurso monocorde, las características del orden que se busca imponer; y el alcance de la censura y de la represión. El objetivo final es resaltar los esfuerzos de reorganización de los partidos de la oposición y las manifestaciones culturales de la resistencia como expresión clara de la debilidad e ilegitimidad sobre las que se sustentaran las dictaduras militares en nuestra región.

En primer lugar, pondremos de manifiesto las herramientas discursivas que Pinochet utilizó para justificar el golpe de Estado y las características específicas del orden socio-cultural que se buscó imponer en Chile entre 1973 y 1990. Posteriormente, nos detendremos en las respuestas a la negación de la política. Es decir, a las consecuencias que conlleva, como lo define Ansaldi, el vano intento de imponer una única voz. Los mecanismos de represión y censura utilizados a fin de congelar la participación, obstruir los canales de expresión y clausurar los espacios de encuentro e intercambio de la sociedad civil; no lograron esconder la innegable ilegitimidad de un régimen que, en palabras de Guillermo O'Donnell, surge de una abrumadora derrota política del sector popular y sus aliados (1985: 290).

La idea de contraponer el discurso monocorde de los militares a la pluralidad de silenciosas acciones de resistencia de la oposición durante el período mencionado es; fundamentalmente, recordar que tras todas las aceptaciones y las coerciones, más allá de las amenazas, de las violencias y de las persecuciones, cabe la posibilidad de ese movimiento en el que la vida ya no se canjea, en el que los poderes no pueden ya nada y en el que, ante horcas y las ametralladoras, los hombres se sublevan (Foucault, 1979: 1).



MONÓLOGO


El régimen autoritario que se impuso en Chile a partir del golpe de Estado de 1973, comparte las características principales de las dictaduras cívico-militares que asolaron el Cono Sur en la década del setenta y puede ser categorizado, siguiendo a O'Donnell, como un estado Burocrático Autoritario (EBA). Más allá de las cualidades de este tipo de autoritarismo1 y de las similitudes entre las diferentes experiencias latinoamericanas; aquí proponemos destacar la singularidad del caso chileno a través de un somero análisis del discurso oficial del régimen.

En este sentido, más allá de la conocida y profundamente estudiada influencia de la Doctrina de Seguridad Nacional en la instauración de regímenes autoritarios en nuestro continente como estrategia de contención al avance del comunismo en el contexto de Guerra Fria; en el caso chileno, es crucial tener presente la Doctrina Schneider2 para entender el rol de las FFAA como garantes del orden institucional y su decisión de derrocar a Allende.

Resulta interesante identificar, en primer lugar, las herramientas discursivas con las que la Junta militar busca justificar el derrocamiento de un gobierno democráticamente elegido y la violenta represión tendiente a suprimir la participación política. En el Decreto-Ley N°13, las FFAA se constituyen en Junta de Gobierno y asumen el Mando Supremo de la Nación. Por un lado, se expresa claramente que las FFAA reaccionan en respuesta a la amenaza que supone para el país la intromisión de una ideología dogmática y excluyente, inspirada en los principios foráneos del marxismo-leninismo. Para salvar a la nación del caos, asumen el patriótico compromiso de restaurar la chilenidad, la justicia y la institucionalidad quebrantadas. Y por otro, argumentan ser conscientes de que ésta es la única forma de ser fieles a las tradiciones nacionales, al legado de los Padres de la Patria y a la Historia de Chile […] (Art. 1°, Decreto-Ley N°1,1973).

Con el fin de identificar a los responsables de la crisis y de las amenazas que justifican la patriótica tarea de las FFAA, en el discurso se establece una clara distinción entre la ideología extranjera o foránea y las tradiciones nacionales. Así, al aludir a los Padres de la Patria y a la Historia de Chile; además de apelar al apoyo de los chilenos y pretender ser los representantes de la nación; se introduce una excepcionalidad, se manifiesta claramente una distinción con el resto de los países: Según Luis Pino Moyano, Pinochet hace referencia al 'mito portaliano', como 'mito de la diferencia', un mito que valora y ensalza la construcción de estado nacional, sustentada en un ordenamiento autoritario y republicano; y que es el reflejo de una cultura que valora sobremanera el orden, sus héroes, la divinidad y la tradición (Pino Moyano:4).

Asimismo, restaurar la chilenidad, requiere en la retórica de Pinochetun esfuerzo excepcional y sacrificios extraordinarios. Es decir que se considera esta ruptura violenta, como un “complemento duro”, “pero, necesario”, que permita “asegurar la liberación nacional […] y dar vida a un nuevo régimen político-institucional. La consecuencia directa de esta afirmación, es que para salvar al país del “cáncer marxista”, la represión y la censura, los crímenes de lesa humanidad y las violaciones masivas a los derechos humanos, se consideran un mal menor (Pino Moyano:9).

Finalmente, resulta interesante destacar las características específicas de ese nuevo orden socio-cultural que se pretendía imponer bajo el eufemismo de “democracia protegida”. Como argumenta Gazmuri, la nueva orientación doctrinaria que proponía la dictadura militar chilena buscaba establecer el principio de autoridad como fundamento de las sociedades política y civil (2001:3). En efecto, en el discurso pronunciado en Chacarillas el 9 de Julio de 1977, aparecen claramente los lineamientos para este nuevo orden: la nueva democracia debía estar regida por una autoridad fuerte y protegida por el Estado, con una sociedad integrada y tecnificada para reducir el debate político-ideológico y sustentar en el aporte de 'los más capaces' para estabilizar el sistema (Pino Moyano, 12-13).

No obstante, la fachada monolítica de las instituciones de la dictadura, cuya retórica alaba la racionalidad; por lo general, se sustenta sobre bases débiles. Fundamentalmente, consecuencia de la dificultad de consolidar un sistema de dominación que no puede ocultar ni el hecho de que se basa en la coerción ni el de que quienes le apoyan más decisivamente representan un espectro de la sociedad mucho más estrecho que la nación entera (O'Donnell, 1985: 290).



RESISTENCIA Y OPOSICIÓN


En el presente trabajo, coincidimos con el argumento de Guillermo O'Donnell, quien sostiene que la pretensión del EBA de imponer una retórica monolítica y racional a una sociedad enferma a la que se pretende salvar; lejos de constituir un signo de fortaleza de las dictaduras, es una clara demostración de las incertidumbres y debilidades inherentes a este estado (1985: 298). Por tal motivo, a continuación, analizaremos —a la luz de las diversas manifestaciones de oposición y expresiones de resistencia en aquellos años— la fragilidad que supone la falta de legitimidad de un régimen que se apoya en la coerción, la represión y la censura. Este argumento, contradice, en cierta medida, la opinión de Cristián Gazmuri, quien sostiene que como consecuencia de la dura represión política, del éxito económico de las políticas neoliberales, del apoyo político de la derecha y de la capacidad de mantener el control de las FFAA; Pinochet gobernó por casi una década sin una oposición popular importante (2001:3).

La violencia empleada por las FFAA y el silenciamiento de los medios de comunicación y expresión; apuntaron a prohibir cualquier tipo de actividad u organización política. El instrumento fundamental para mantener el control social y político del país durante los primeros años, fue la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), una policía secreta con facultades casi ilimitadas que persiguió y eliminó a los seguidores de los partidos que conformaran la Unión Popular. En las primeras semanas después del golpe de Estado, la represión fue tan violenta que desintegró inclusive la resistencia armada que ofrecieron las fuerzas paramilitares de la ex Unión Popular. Asimismo, serían disueltos los partidos políticos: primero el Partido Socialistas y luego el Partido Comunista. Y, finalmente, el Partido Demócrata Cristiano en 1977.

A pesar de que durante los primeros años, la represión parecía haber eliminado toda posibilidad de resistencia y el silencio de los opositores, impuesto por la censura, aparentemente confirmaba el éxito del régimen militar; a partir de la debacle económica de 1982, se inicia un período de protestas que reactivaron a la sociedad civil y al mundo político.

En los años ochenta, se desarrollan múltiples y variados movimientos de resistencia y oposición al gobierno de Pinochet: grupos artístico-culturales, agrupaciones estudiantiles en las universidades, sindicados estatales, organizaciones en favor de los derechos humanos son algunos de los ejemplos más relevantes. Dentro de esta amplitud y heterogeneidad, consideremos importante destacar, de forma particular, la creación de la Agrupación Cultural Universitaria (ACU), que dio forma a una de las expresiones de resistencia de mayor originalidad y masividad de esos años (Brodsky, 2003: 36).

A través de diversas actividades, la ACU logra reactivar la vida cultural en las universidades; generando a la par, espacios que permitieron la reorganización de la izquierda chilena y, sobre todo, el reencuentro de aquellos individuos que habían sido atomizados por la represión y la reconstrucción de confianzas. El ámbito artístico-cultural se constituye en espacio de reencuentro de en palabras de Camilo Brosdskylos vencidos del '73. Así, los espacios de expresión cultural, las salas de teatro, los recitales de música andina y las peñas, van ocupando el rol de catalizadores para las necesidades de expresión y encuentro de un gran número de personas, convirtiendo al arte en [...] efectiva y activa herramienta de resistencia (Brodsky, 1998: 3-4).

Asimismo, es preciso destacar la tarea de las diversas organizaciones sociales que operaban de manera clandestina o semiclandestinas ayudando económicamente en las villas, a los desocupados o a las víctimas de abusos a los derechos humanos y torturas. Una de las que opuso mayor resistencia a la dictadura fue la Vicaria de la Solidaridad. Ésta fue creada por la Iglesia Católica en el año 1976 y se transformó en el refugio y defensa de los perseguidos políticos y [fue] la única institución que se atrevió a enfrentar a la DINA y abogar abierta y claramente contra la violación de los derechos humanos (Gazmuri, 2001: 5-6).

Finalmente, a fin de dar una imagen relativamente completa de los movimientos de resistencia y de las distintas maneras de oposición; consideramos pertinente rescatar la difundida utilización del panfleto como una forma de expresión segura en un marco de estricta censura. A partir de los años ochenta, el panfleto irrumpió con fuerza junto con las primeras protestas masivas en contra de la dictadura4. Uno de estos panfletos, ideado por el MAPU, nos brinda una clara idea de lo que se proponía para repudiar a Pinochet en aquellos años. En “Juego del Mes”5(ver imagen), se listan once acciones con un determinado puntaje, a fin de sumar puntos para 'sacar al pinocho'. Las propuestas eran: (1) No sentarse con un uniformado en la micro, (2) Exigir que los pacos paguen pasajes, (3) Rayar con spray por la Democracia, (4) Comentar sobre la situación del país, (5) No comprar, no salir en días de paro, (6) Tocar ollas y apagar la luz en días de protesta, (7) No ver Canal 7 a ninguna hora, (8) No comprar diarios oficialistas, (9) No pagar cuentas en el mes de septiembre, (10) Juntarse con los vecinos para defenderse de la represión y (11) Pifiar a los pacos cuando persigan a los comerciantes ambulantes. El corolario de estas once consignas alienta a seguirlas, diciendo: “Si Ud. y todos los chilenos sumaran semanalmente 100 puntos, ¡¡sacamos al pinocho!!.MAPU”.

Más allá del grado de efectividad de las mencionadas consignas y de la amplitud de la movilización de la sociedad civil a través de organizaciones sociales, actividades culturales o partidos políticos; aquí resulta fundamental detenernos a pensar, retornando a nuestro planteo inicial, en la imposibilidad de negar completamente la política. En efecto, tanto la experiencia chilena, como las de otros países del Cono Sur; demuestran que los intentos de borrar las diferencias y suprimir las disidencias, constituyen una quimera.


CONCLUSIONES


Hasta aquí hemos intentado demostrar, tomando la experiencia histórica chilena de ejemplo, cuan efímeros son los regímenes que se fundan en el miedo para acallar las voces disidentes. La idea de resaltar los esfuerzos de reorganización de los partidos de la oposición y las diversas manifestaciones culturales de la resistencia chilena; apuntaba a poner de manifiesto la inherente debilidad de las dictaduras, consecuencia de su falta de legitimidad.

Al contraponer el discurso monocorde de los militares a la pluralidad de silenciosas acciones de resistencia de la oposición durante el período mencionado es, quisimos resaltar que más allá del discurso y la aparente fachada de solidez los regímenes fundados en el terror, la censura y el miedo, no son invecibles. En efecto, el hecho que tal discurso sea simplemente un monólogo sugiere a los gobernantes la profundidad del misterio de lo que está sucediendo realmente detrás del silencio de la sociedad civil (O'Donnell, 1985: 291).

Además, como afirmara Foucault, a través de la sublevación el hombre se introduce en la historia y le da un soplo (1979). Por lo tanto, concluimos -respondiendo a la cuestión pleanteada por el mencionado autor y a modo de reflexión final del trabajo- que no es inútil sublevarse.







































BIBLIOGRAFÍA



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Disponible en: http://www.catedras.fsoc.uba.ar/udishal/art/democracia_en_al.pdf


BRODSKY, Camilo: “El Golpe : entre la desesperanza y la resistencia Descripción”. Datos Santiago, 1998. En Archivo Fotográfico y Digital Colección Biblioteca Nacional. Archivo pdf, 5 P,

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BRODSKY, Camilo: “Cuando la resistencia tocaba la guitarra”. Revista Sur DA, N°44,Año XI, Diciembre 2003. pp. 36-37.

Disponible en: http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0015005.pdf


FOUCAULT, Michel: “¿ES INÚTIL SUBLEVARSE?” [en línea], Le Monde, n° 10.661, 11-12 de mayo de 1979.

Disponible en: http://izquierdachilena.blogspot.com/2011/02/es-inútil-sublevarse-por-michel- foucalt.html


GAZMURI, Cristián: “Una interpretación política de la experiencia autoritaria (1973-1990)”, Instituto de Historia, Universidad Católica de Chile, 2001.


MEMORIA CHILENA. Portal de Cultura de Chile:


O'DONNELL, Guillermo: “Las tensiones en el Estado burocrático-autoritario y la cuestión de la democracia”. En COLLIE, David (comp): “El Nuevo Autoritarismo en América Latina”. Trad. del inglés por Rafael Lassaletta. México: Fondo de Cultura Económica,1985, p. 289-321.


PINO MOYANO, Luis: “La dictadura de Pinochet y su configuración de Estado Nacional”. Teoría del Conocimiento Histórico. Ediciones Pensando Historia. 15 páginas. Disponible en: http://www.conocimientohistorico.es.tl


1Véase, por ejemplo, Guillermo O'Donnell: ‘Las tensiones en el Estado burocrático-autoritario y la cuestión de la democracia’, En COLLIE, David (Comp.): “El Nuevo Autoritarismo en América Latina”. Trad. del inglés por Rafael Lassaletta. México: Fondo de Cultura Económica,1985, p. 289-321.

2El componente más conocido de la Doctrina Schneider era la afirmación de que las FFAA garantizarían la normalidad del proceso eleccionario de 1970 de acuerdo a las normas constitucionales, [...] Otro aspecto, menos conocido, era que esta posición 'legalista' terminaba cuando las FFAA —'que se deben a la Nación, que es lo permanente, más que al Estado que es lo temporal'— constatasen que las autoridades del Estado abandonan su propia posición legal. En este sentido, la doctrina Schneider era ella misma expresión de la crisis del constitucionalismo formal. (Agüero, AÑO:255).

3Decreto Ley Nº 1.- Santiago de Chile, a 11 de Septiembre de 1973.

4 “Poniendo el grito en el suelo en Memoria Chilena.Portal de la Cultura de Chile. Ver: http://www.memoriachilena.cl/temas/index.asp?id_ut=panfletos%281973-1988%29


5 Autor: MAPU. Collección donada por Rafael Karque. Archivo Fotográfico y Digital . Biblioteca Nacional.Disponible en: http://www.memoriachilena.cl/temas/documento_detalle.asp?id=MC0028840


1Dictado por el Dr. WALDO ANSALDI y la Dra. INÉS NERCESIAN a los becarios de 1°año del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN) entre el 3 de mayo y el 8 de junio de 2011.

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